La prueba piloto del proyecto SfR en Dinamarca se realizó en la escuela Sejs de Silkeborg. El curso se probó en una clase de octavo de dos profesores con asignaturas como lengua danesa, ciencias sociales, geografía, biología e inglés.
Los alumnos empezaron haciendo consultas en la comunidad local. Por ejemplo, estudiaron cuántos residuos alimentarios se producían en su propia familia en una semana y preguntaron a los vecinos cómo se podía fomentar una comunidad mejor. Después del curso introductorio, los alumnos trabajaron en grupos en los que aportaban ideas sobre cómo se podría vivir en la zona de forma más sostenible. Durante el trabajo de grupo los alumnos entrevistaron y recogieron los cuestionarios de los residentes locales y a partir de los datos empíricos recabados más adelante sugirieron nuevas iniciativas relacionadas con un estilo de vida más sostenible en la comunidad. Las propuestas de los alumnos se presentaron en una especie de feria en la que conversaron con los padres y otros participantes de la zona.
La evaluación del proyecto muestra que los alumnos en particular se han dado cuenta, por sí mismos, de que pueden marcar la diferencia a la hora de cuidar del medio ambiente.